FUENTE: fotocasa.es
Descubre cuáles son las ventajas de vender una casa en verano: más tiempo para gestionar la transacción, más flexibilidad…
¿Es verano un buen momento para poner en venta un inmueble? Históricamente, enero es el mejor mes para vender un piso, ya que se trata de la época en las que más compraventas se han cerrado a lo largo de los años. Sin embargo, julio y septiembre también son meses con un alto nivel de actividad.
Además, para poder vender un piso en verano o a inicios de septiembre, ponerlo a la venta durante las vacaciones estivales puede ser una idea eficaz. De hecho, se puede ganar cierta ventaja. Muchos compradores esperan a publicar su piso a la vuelta del verano, lo que suele implicar menos competencia.
A continuación, analizamos los motivos por los que poner en venta un piso en verano puede ser una buena idea. ¡Empezamos!
6 motivos por los que vender una vivienda en verano
El verano es una estación en la que los días son más largos, hay vacaciones y, por lo tanto, se dispone de más tiempo libre para dedicarle a la venta de una casa.
Por eso, si se quiere gestionar una transacción inmobiliaria y tener flexibilidad para tramitar todo el papeleo, el verano puede ser una buena época. Veamos cuáles son los motivos para vender un inmueble en los meses de julio y agosto:
1. Más tiempo para gestionar la compraventa
Si tenemos vacaciones durante los meses de verano y queremos poner en venta una vivienda, en esta época hay más tiempo para gestionar los trámites necesarios para poder vender un piso, acudir a una o varias inmobiliarias para informarse sobre sus servicios o, incluso, gestionar la venta por nuestra cuenta si tenemos los conocimientos sobre el procedimiento para vender casa.
2. La demanda continúa siendo suficientemente alta
De acuerdo con los últimos datos de transacciones inmobiliarias, las compraventas mensuales están por encima de las 30.000 operaciones, por lo que la demanda de vivienda en España se encuentra activa y estable.
Por otro lado, según los datos de los últimos años, los meses de verano se han convertido en épocas de mayor actividad, y es que se trata de un momento en el que los compradores también usan su tiempo libre para buscar y visitar inmuebles.
3. Menos colas para gestionar los trámites y papeleo
Las oficinas administrativas y las notarías no cierran en verano (aunque estos servicios pueden acortar su horario). Por lo general, se dispone de más tiempo libre y mayor disponibilidad y, además, es posible realizar los trámites necesarios para la venta con tiempos de espera más cortos y menos colas.
4. Buen momento para captar compradores extranjeros
Los compradores extranjeros suelen aprovechar los meses de verano (cuando se encuentran en el país) para buscar su segunda residencia o su vivienda permanente en España. Si un inmueble se encuentra en una gran ciudad, cerca de la playa o en una isla, vender en época del año puede ser una genial idea.
5. La vivienda luce más en las visitas
En verano hay más horas de luz y sol, lo que se traduce en una mayor iluminación natural durante las visitas, algo que la demanda valora muchísimo. Si tenemos una terraza o jardín, también lucirán más, lo que puede influir en la decisión de compra del posible comprador.
6. Menos competencia de viviendas en venta en la zona
La demanda se mantiene y muchos vendedores esperan a septiembre para iniciar el proceso de venta de su inmueble. ¿Por qué no aprovecharlo? Si la oferta disminuye durante estos meses porque históricamente se ha relacionado el verano con un periodo de baja actividad inmobiliaria, hay una menor competencia y más oportunidades de destacar.
Anunciar un piso en verano para venderlo en septiembre
Los meses de verano son el preludio del inicio de «curso». Para muchos, el mes de septiembre es un mes de cambios, equiparable al inicio del año: más personas se mudan, se independizan o toman decisiones importantes, como un cambio de barrio, de ciudad o de vivienda por motivos laborales, personales o familiares.
Si observamos los datos de compraventas del INE de los años anteriores durante los meses de verano, estos muestran cifras de mucha actividad. Por ejemplo, en 2022, aunque mayo fue el mes con más operaciones registradas (59.984), en los meses de julio, agosto y septiembre no se bajó de las 53.000 transacciones, siendo el mes de septiembre el que registró más operaciones de los tres (57.548). En 2023, con cifras ya más moderadas, el mes más potente volvió a ser mayo, con 56.137 compraventas y, en los meses estivales no se bajó de las 44.000. Por lo tanto, los meses de julio y agosto pueden ser una buena época para anunciar tu vivienda y hacer visitas si quieres vender durante el verano o de cara a septiembre.
FUENTE: fotocasa.es
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