3. De temática abstracta

Los cuadros XL en el salón nunca deben superar el ancho del sofá porque se produciría una descompensación en las dimensiones. La arquitecta Sylvia Preslar y la decoradora Gabriela Conde optaron en este salón con chimenea por un cuadro abstracto en formato XL del pintor cubano Julio Girona. El lienzo incluye trazos azules que son el color predominante en la estancia.

¿Te gusta la pintura realista? El Estudio Villarroel Torrico y la decoradora Dafne Vijande apostaron en este salón por una obra del fotógrafo y pintor madrileño Carlos Arriaga. La Gran Ría en Madrid es un óleo sobre lienzo que, apoyada en la pared, descansa sobre una consola del salón. Toda una oda a la arquitectura urbana majestuosa y su reflejo. Mide 110 x 92 cm.

10. A un lado del sofá

¿Y qué pasa si el sofá no está pegado a la pared? Cuelga el cuadro XL en el muro más próximo. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Catalina Horvath. Ha elegido una obra del o de la artista barcelonés/esa Max Cobalto, de 165 x 132 cm, del que desconocemos su identidad ya que utiliza este pseudónimo. Sus trazos en suspensión, como flotando, y sus colores etéreos son su mejor seña de identidad. Una obra contemporánea que contrasta con el resto de mobiliario recuperado de herencia familiar.

11. Cuadros XL también en el comedor

Si eres amante del cine o de la publicidad, también puedes enmarcar carteles cinematográficos o anuncios publicitarios antiguos. La interiorista Katy Linder lo hizo con esta litografía del cartelista y retratista catalán Emili Vilà que anuncia las bondades de una loción para la piel y el cabello. Su formato XL mide 180 x 118 cm. Perfecto para decorar la pared de este comedor.

12. Volumen, textura y belleza en formato XL

¡Nos encanta la obra de Emma Clarós! A sus cuadros de puzzles, de los que ya dimos cuenta en El Mueble, se le suma estos particulares «Universos» realizados en papeles artesanales en blanco y verde. Para iluminar cada pliegue nada mejor que un trío de apliques. Se encargarán de mostrarnos de noche ese maravilloso juego de volúmenes, geometrías y claroscuros. Esta obra mide 160 x 120 cm pero Emma hace cuadros por encargo en la medida que tú quieras.