La feria inmobiliaria MIPIM de Cannes la semana pasada, Londres el martes, ayer Barcelona y la semana que viene Nueva York. La Generalitat se está empleando a fondo en organizar encuentros con inversores internacionales interesados en el paquete de 13 edificios que ha puesto a la venta por 215 millones de euros (172 en segunda subasta). Los asistentes a estos road shows (35 en Londres, 65 ayer en Barcelona), pertenecen o representan a fondos de inversión, bancos de inversión, entidades financieras o gestoras de activos inmobiliarios… y en el caso de ayer, también family offices locales, despachos de abogados, aseguradoras… e incluso consulados de países de Oriente Medio.
Las presentaciones, que se reparten los responsables de Patrimonio de la Generalitat —encabezados por su director general, Salvador Estapé— y los profesionales de las consultoras a quien el Gobierno catalán ha confiado la venta (Aguirre Newman y Clifford Chance), se realizan íntegramente en inglés, como en inglés está escrita la presentación de 63 páginas titulada The Government of Catalonia’s New Real Estate Porftolio. El catálogo repasa la situación y perspectivas de las economías catalana y española; el sector inmobiliario español y local —con una mejora a partir de abril de 2013, subraya—; las anteriores ventas de patrimonio público —que tienen por objetivo tanto cumplir con el presupuesto y el objetivo de déficit como racionalizar el gasto público, insiste la Generalitat— y detalla el catálogo de 13 edificios ahora en venta.
Es en este capítulo donde el documento habla de las rentabilidades que pueden obtener los compradores. Para los seis edificios de uso mixto (se podrán utilizar para uso de oficinas, comercial, hotelero o residencial) que estarán ocupados cinco años por la administración, prevén un rendimiento de entre un 7,17% si se adjudica en primera subasta y un 8,93% si se adjudica en una segunda, con precios inferiores. Y para los edificios destinados a oficinas de la administración, con alquileres previstos para 20 años, un beneficio de entre un 4,99% y un 6,26%. Retornos que fuentes del mercado opinan que se ajustan al mercado sobre todo en los precios de segunda subasta, teniendo en cuenta que hay ubicaciones muy céntricas pero otras son «segundas líneas», como el distrito 22@. Las mismas fuentes consultadas auguran que el paquete, por sus características, acabará en manos de un fondo oportunista.
Finalizadas las presentaciones, con vídeo incluido, llega el turno de preguntas de los inversores, que sorprenden por lo directas que son. Ayer, tras la presentación en inglés, todas las cuestiones se plantearon en castellano y catalán. Interrogantes como ¿cuánto tiempo hay para pagar el 100% de la compra? 40 días. ¿Quién asume los IBI de los edificios? El comprador. ¿Quién costeará los suministros y la tasa de residuos? También el comprador. ¿Qué garantiza la seguridad jurídica? Los contratos de cada edificio, aunque el nuevo propietario puede pedir a la administración que se marche en un plazo de 18 meses. ¿Habrá rebajas para compradores que ofrezcan establecer empresas o crear empleos? No, la subasta se adjudicará al precio más alto. ¿Y si no pagan el alquiler? Hay una garantía de renta de seis meses para los edificios a 20 años. ¿Y qué ocurre en caso de impago para los de cinco años? Es una opción imposible porque está en las condiciones de cumplimiento de la deuda de la Generalitat.
Después de las tres primeras presentaciones, los técnicos de la dirección general de Patrimonio han constatado el interés de los inversores por Barcelona, una mejor situación macroeconómica, la abundancia de dinero que busca destino, el valor añadido que supone que el catálogo ofrezca una mixtura de usos e interés por parte de entidades financieras, aseguran fuentes de la Generalitat. Tras la presentación en Nueva York, el ejecutivo se reunirá con los interesados en abril y mayo y celebrará la subasta el 11 de julio.
Fuente: El País
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